La revolución siempre llega antes al porno que al cine convencional. Esto es lo que suelen asegurar los expertos, que han ido comprobando cómo, en las últimas décadas, los mayores adelantos técnicos se han puesto primero a disposición del cine para adultos, como una novedad, o un campo de pruebas, antes de llegar a las grandes superproducciones. Puede parecer una locura hablar de esto, y sin embargo, encontramos que hace más de una década ya se puso de moda el porno en 3D, antes de que Avatar rescatase este sistema para la gran pantalla, con poco éxito, como hemos podido comprobar después. Lo más curioso del caso es que ya había películas de este tipo, con una tecnología menos avanzada por supuesto, en los años 80. Y ahora, el género está volviendo a tener una nueva vida, gracias a los sistemas caseros de realidad virtual que se están poniendo de moda.
Los juegos en este formato todavía tienen que perfeccionarse bastante, y son muchos los que consideran que aun le falta un poco a esta tecnología para poder desarrollarse como siempre la habíamos imaginado, absolutamente inmersiva. Estamos más cerca, desde luego, pero por ahora, la realidad virtual y el 3D parecen haber encontrado un buen nicho de mercado en el cine porno. Genera miles de millones al año y es uno de los sectores más seguros, siempre en auge, ¿cómo no invertir en él? Basta con darse una vuelta por las principales plataformas de vídeos gratuitos para comprobar que el 3D está convirtiéndose en el género de moda, aunque no sea precisamente un género en sí. Las opciones tecnológicas que tenemos hoy en día, tanto para la grabación como para el visionado de estas escenas, ha permitido que el cine porno 3D vuelva a dar mucho que hablar.